El agua regia es una mezcla altamente corrosiva y oxidante compuesta por ácido clorhídrico (HCl) y ácido nítrico (HNO3) en proporciones variables. Esta combinación química única le confiere al agua regia la capacidad de disolver metales nobles como el oro (Au) y el platino (Pt), así como otros metales y compuestos orgánicos.
Químicamente, el agua regia se forma mediante la reacción exotérmica entre el ácido clorhídrico y el ácido nítrico, generando cloro (Cl2) y óxidos de nitrógeno (NOx) como subproductos. La proporción típica de mezcla es de aproximadamente tres partes de ácido clorhídrico por una parte de ácido nítrico, aunque las proporciones pueden variar según la aplicación específica.
El agua regia es conocida por su capacidad de disolver metales nobles debido a la acción combinada del ácido clorhídrico y el ácido nítrico. El ácido clorhídrico proporciona iones de cloruro (Cl-) que ayudan a solubilizar los compuestos metálicos, mientras que el ácido nítrico proporciona iones de nitrato (NO3-) y actúa como agente oxidante, liberando oxígeno y promoviendo la disolución del metal.
Esta mezcla altamente corrosiva y peligrosa se utiliza en diversas aplicaciones, como la extracción y purificación de metales preciosos, la preparación de muestras para análisis químicos, y en algunas reacciones químicas específicas que requieren un agente oxidante y disolvente agresivo. Debido a su naturaleza altamente reactiva, el agua regia debe manipularse con extrema precaución y en condiciones de seguridad adecuadas.